martes, 30 de abril de 2013

HISTORIA DE LA PLAYA DE LOS CRISTIANOS





PROLOGO
En noviembre de 1991 conocí a Nelson díaz frías. Se me acer­có al final de una conferencia que impartí en el salón de actos de la sede central de CajaCanarias, en Santa Cruz de Tenerife, con motivo de un Curso de Estudios Canarios. Enseguida sintonicé con aquel jo­ven que, al igual que yo había hecho unos cuantos años antes, dedicaba gran parte de su tiempo a investigar la historia de su pueblo y comarca natal, sin que ello tuviese nada que ver con la carrera que cursaba; hablamos poco rato, pero lo suficiente para animarnos en la labor ex­tra-profesional y altruista que habíamos emprendido y ofrecernos una mutua colaboración. Ahora, cinco años después, me confiesa que mis artículos sobre los pueblos del Sur de Tenerife, que venía publicando desde 1977, y sobre todo mi página semanal en El Día sobre "Persona­jes del Sur", le habían servido de estímulo para continuar con sus in­vestigaciones sobre la Comarca de Chasna, de historia tan rica como desconocida para la mayoría de los canarios. Tal es así, que me ha invitado a escribir el prólogo de esta "Historia de la Playa de Los Cristianos", sin concurrir otro mérito en mi persona para ello que el llevar algún tiempo luchando para que los pueblos del Sur recuperen su propia identidad, para que los habitantes de esta extensa comarca conozcan su propia historia y se sientan orgullosos de ella, así como de sus paisanos ilustres y destacados.
Y ¿qué les voy a decir yo de Los Cristianos? A finales de los años sesenta, todavía niño, comencé a frecuentar con mis padres esta playa, que sin duda era por entonces la mejor de la isla. A ella nos trasladábamos los domingos desde El Escobonal y, a pesar de que allí sólo permanecíamos pocas horas, las suficientes para bañarnos y al­morzar, pude aprender a nadar en sus aguas tranquilas y transparentes. […]



EL MENCEYATO DE ABONA




PROLOGO
El libro que el lector tiene en sus manos es un intento de analizar y sistematizar una información diversa sobre elMenceyato de Abona, una de las nueve demarcaciones en que se hallaba dividida Tenerife durante la conquista castellana (1494-1496). El autor ha procurado recopilar un buen conjunto de datos sobre el medio ecológico de estas tierras del Sur, al entender que esta labor es previa a cualquier estudio arqueológico. La abundancia o escasez de agua, la mayor o menor riqueza de pastos para el ganado explican el nivel de ocupación humana de un territorio.
En los últimos años se han producido un buen conjunto de hallazgos arqueológicos; algunos de ellos, como las manifestaciones rupestres, son de verdadero interés, ya que eran testimonios desco­nocidos en esta isla. Además de los grabados rupestres, localizados en afloramientos rocosos, aparecen otros de morfología peculiar. En muchas superficies rocosas se documentan hoyos -las denominadas cazoletas- que se unen entre si por medio de pequeños canalillos piqueteados en la roca, que con carácter general, se interpretan como lugares para la celebración de rituales, como los de la propiciación de la lluvia, de la que dependía el ciclo vegetativo y la supervivencia de los animales y, consecuentemente, la de los grupos humanos que ocupaban estos territorios. El estudio de estos nuevos hallazgos arqueológicos requería un trabajo monográfico que excedía los objetivos del autor. Su publicación, qué duda cabe, será una buena aportación para contribuir al conocimiento del pasado de este Mencey ato, cuyas tierras pertenecen hoy a los municipios de Arico, Granadilla de Abona, San Miguel, Arona y Vilaflor, cuya actúación conjunta en éstas y otras materias, es un buen camino para abordar trabaj os que irían en beneficio de esta comarca, para que en el futuro lapalabraabandono, deje de ser, como lo fuera en el pasado, la preferida para referirse a esta zona de la isla.
Antonio Tejera Gaspar

“Basta a España”





 Isidro Santana León              
Es el titular de este fin de semana, lanzado por boca de Paulino Rivero en la convención nacional de su partido, faroleando con impulsar una mayoría social que pida la reforma de la Constitución española para que se garantice la singularidad del Archipiélago. En definitiva, se trata de un fanfarroneo más dentro de la casa, de padre protector ante su prole, que nunca trascenderá en un enfrentamiento serio con el Estado invasor.
Estamos ante el clásico cabeza de familia, cobarde, que les pide a sus hijos esfuerzos y abnegación para corresponder a las demandas proxenetas de sus dueños, a quienes no es capaz de dirigirse, si no es para llevarle la palangana e ufanarse ante el vecindario de que se codea entre la élite y con la Corte. Aunque no se note el descontento, parece él conciente de la pelotera que se puede levantar en la Colonia –la parte más sagaz de la coalición caciquil ya le advierte que se debe implantar un nuevo remedio colonial, la Plena Autonomía Interna– y teme que la familia acabe linchándolo por traidor.
Si, señor, en cierto modo tiene sentido común, pues son tiempos inhóspitos los que se avecinan y por lo que yo le aconsejaría que dimitiera de inmediato y dejara la nación canaria en manos de una asamblea del pueblo, para que sea ésta la que proponga y fije el destino de los canarios, pues, por ahora, el barco no tiene gobierno y va imparable de proa al marisco. A Canarias no les sirve ninguno de los gobiernos que pudieran salir de pactos entre los partidos españoles ni coloniales; no le sirve la relación de sometimiento que mantiene con España y Europa y, con total seguridad, nuestra solución está en alcanzar el estatus de Estado Archipielágico, por ser el único que contempla y ampara nuestra singularidad nacional y nuestros derechos de pueblo.
Ningún gobierno canario de nuestra melancólica era colonial ha sido capaz de tomar la iniciativa en cuanto a la exigencia de nuestros derechos históricos y de nuestras necesidades –siempre navegan al pairo de las reivindicaciones de otras naciones como Euskalerría o Catalunya– y, como los carroñeros, esperando a que el cazador deje los desechos, acuden sumisos a por lo putrefacto. No luchan, no exigen –ni siquiera tienen la osadía de chantajear a la Metrópoli con la ilegalidad de nuestra situación– únicamente, cuales mamonas envidiosas del avance y arrojo de otros, cacarean que Canarias está aquí, con petróleo y todo, por si se les ofrece: como la fulana que pregona su entrega a voces. Ahí, en el problema internacional que supone la rapiña de los recursos marinos, está el meollo de por qué hay que cambiar urgentemente el estatus, para que España, mediante un subterfugio jurídico, extraiga el petróleo bajo la titularidad de Canarias.
La mayor cota de autogobierno para Canarias es el Estado Archipielágico, donde España no tendría que molestarse en tocar su Constitución, porque nuestro problema se arregla en el marco de las Naciones Unidas. No obstante, la Plena Autonomía Interna no es una entidad jurídica con soberanía, reconocida en la Carta de las Naciones Unidas, tratándose, por el contrario, de dotaciones unilaterales que las metrópolis interesadamente hacen a sus colonias, como es el caso de Madeira, porque este archipiélago no tiene fronteras con otros Estados limítrofes, como es el caso de Canarias con Marruecos. Los movimientos son bruscos en nuestra cercanía y España quiere hacer el apaño de Madeira en nuestro archipiélago, estando dispuesta a cambiar su Constitución, asunto harto sospechoso ya que ésta ha sido intocable hasta ahora, excepto para matar a su pueblo de hambre y satisfacer el egoísmo y latrocinio de los bancos. Lo cierto es que el Gobierno esbirril de Canarias contribuye a ello, nunca por el bien de nuestro pueblo –jamás ha sido así– sino por mantener sus prebendas y su dominio, a cambio de que Canarias continúe siendo una colonia: un país subdesarrollado y dispuesto para el saqueo.
Arrinconar el independentismo es la misión que se proponen los lacayos de la Metrópoli, a sabiendas de que es la corriente más letal y opositora al colonialismo y a sus ansias depredadoras, que si bien no está estructurado y parece inexistente e inocuo, saben que la propia situación y la posible conflictividad internacional puede hacerlo emerger con naturaleza propia. Es difícil entender por qué se quiere aspirar al estatus de Madeira, si ésta en una Región Ultraperiférica de Europa, igual que Canarias… ¿Es que las RUP no son todas iguales? ¿Si Madeira tiene magnificas competencias, por qué baja su estatus al de RUP, eufemismo de colonia? Sin embargo, lo que España ni sus lacayos coloniales quieren para Canarias lo aceptan y reconocen en otros territorios. Incorporo, literalmente, un fragmento de la siguiente noticia.
[Oposición independentista. El Partido Independentista Puertorriqueño y otras organizaciones promueven la independencia de la isla. En Panamá se reiteró la solidaridad con la causa de la independencia de Puerto Rico, se crearon comités de apoyo que en cada país que difundirán la lucha por la independencia, y se ofreció, a Puerto Rico y los Estados Unidos, los buenos oficios necesarios para conducir al diálogo que lleve a la solución del problema colonial. También la representante del partido socialista en FranciaSégolène Royal, candidata para las elecciones presidenciales de su país en 2007, brindó su apoyo a favor de la independencia y soberanía del país caribeño, así como los partidos mayoritarios de España, como el Partido Popular y el Partido Socialista Obrero Español.[cita requerida]
También en la cumbre de Movimiento de Países No Alineados organizado en TeheránIrán, en 2012 varios países miembros de dicha cumbre también brindaron su apoyo a la independencia de Puerto Rico lo mismo la Organización de Naciones Unidas]
La arenga rebelde la termina el presidente de la Colonia diciendo: “El futuro de las islas no puede depender del Gobierno de Madrid y de su generosidad y España necesita más a Canarias de lo que Canarias necesita a España"
Este muchacho no tiene remedio… Si Canarias, como efectivamente reconoce, no necesita a España ¿por qué anda arrastrándose, buscando migajas, por esos mundos de mercaderes europeos y no pone la cuestión en la mesa de las Naciones Unidas? No, a este eunuco que el colonialismo español nos ha puesto como presidente, sólo le sirve las Naciones Unidas para lanzar algún reprimido farol a la Metrópoli, a ver si ésta se conduele y lo consuela con alguna limosna competencial más. El mundo atomizado del que habla en su discurso y que dice que podría sacar a la calle –el independentismo–, aunque adolece de una fuerte estructura organizativa no es tonto ni se va a dejar utilizar por cualquier vende patria, pues el honor no lo hemos perdido aunque estemos fragmentados; pues, semejante lacayo no tiene capacidad para engañarlo, como lo hace con el resto del pueblo canario, por desgracia, ignorante y colonizado y, no se fíe de las apariencias, Presidente, la gasolina está extendida: sólo basta un fósforo para que se incendie la Nación y usted será muy culpable de la pira, por colaboracionista. Si su casta de egoístas y mamones hubiera querido, nuestra nación canaria sería hoy un Estado Archipielágico con competencias absolutas en política nacional e internacional, y con una prosperidad y un desarrollo superior a la de muchos países de Europa, de la que, vergonzosamente, somos un prostíbulo. No obstante, esta banda de parásitos, contrariamente a buscar la solución y el bienestar del pueblo canario –que sólo será posible con la independencia– ha sido la válvula de escape a la presión del independentismo, al que no sólo han intentado hacer desaparecer, sino que lo quieren arrinconar con la estafa de la Plena Autonomía Interna, todo con el fin de quedar en el terrero esta Coalición Caciquil, atribuyéndose un nacionalismo falso, el mismo que ha propiciado la involución social, política, económica y cultural de nuestro pueblo. Su historia está escrita con el sudor y la sangre de los canarios y nuestra nación les sentenciará.
29/04/13
Tomado de:www.elcaario.net



INMORALIDAD EN FACEBOOK



 

Josefa Facón Abreu
Hoy, por solidaridad con muchos amigos, voy a hablar de un tema que en los últimos días ha venido haciendo estragos aquí, en la red social Facebook, y que ha afectado a muchos amigos nuestros, y es que existen personas que desconocen lo que es la palabra “moral” y no les importa nada fastidiar y hacer daño a los demás, es más, disfrutan haciéndolo, por eso forman grupos o mafias y a través de cualquier medio se dan un “festín” jorobándole la vida a quien les parezca sin ningún miramiento, por simple placer, o interés. Desde hace semanas se vienen registrando en esta red social una serie de bloqueos, por parte del propio Facebook, a muchos de nuestros amigos, al producirse una serie de “contaminaciones” en sus muros por medio de troyanos que, sin nuestros amigos quererlo, ni siquiera poder evitarlo, hacen que aparezcan publicaciones en las que a la ves aparecemos muchos de nosotros etiquetados de forma que parezca que son ellos quienes lo hacen, y no es así. Han sido víctimas de personas indeseables que solo buscan amargarnos la vida con sus virus, troyanos o lo que sea. Un día, aparecen en los muros de nuestros amigos unas publicaciones diciendo a fulanit@ de tal le gusta….etc. y a continuación aparece un enlace y a la vez una serie de nombres como etiquetados por ese usuario amigo nuestro, entre ellos nuestros propios nombres, pero no es así, ellos no hacen absolutamente nada, eso aparece en sus muros sin haberlo publicado ellos, son las malas artes de esos “enfermos” que, con su forma de actuar, solo consiguen despertar en nosotros nuestro más absoluto desprecio. Suelen ser de páginas denunciadas por contenido indeseable dice Facebook, y dicen los usuarios que al parecer son de origen turco. Se de algun@s amig@s que lo están pasando francamente mal porque, a la vez que se han visto bloqueados por Facebook, al aparecer en sus muros esas publicaciones, resulta que aquellos otros amigos que han dado un me gusta también han podido contagiarse así mismos y lo peor es que han llegado a pensar que la culpa es de esos amigos que aparecen como que son los que les han etiquetado, y no es así, no. Las primeras víctimas han sido ellos porque fueron elegidos al azar por esas mafias y a través de ellos lograr hacer lo mismo con todo el que cayera poniendo un me gusta o abriendo el enlace. Deshacerse del virus o troyanos o lo que sea resulta realmente desquiciante, cuando creen que ya la cosa puede estar controlada vuelven a empezar de nuevo y no hay forma de que nadie escape sin gastarse un dinero en poder arreglarlo. ¿Cuál es la intención de esas gentuzas aparte de fastidiarnos? Probablemente tenga algún suculento ingreso, lo desconozco, pero no me extrañaría, a las mentes retorcidas eso es lo único que les importa. Somos muy vulnerables en este mundo de la cibernética así que, a tener cuidado y a sospechar de las páginas raras y, nunca, nunca abrirlas ni ponerles un me gusta…Buen día amigos…
30-4-2013.

lunes, 29 de abril de 2013

INTRODUCCION A LA HISTORIA DE ADEJE



              
     Empezaré con una larga cita de Julián Marías1: "La inmensa mayoría de lo que se publica en el campo de las ciencias llamadas humanidades... ais­lan una parcela insignificante de un asunto, de un acontecimiento histórico, de un autor, y componen un trabajo que se incorpora a esas publicaciones que se citan y archivan, y en su momento a los currículos que son las cartas cre­denciales que abren los caminos académicos... Hay una manifiesta predilec­ción por lo irrelevante; mayor aún, por lo que en algún sentido parece sucio y empaña la figura de las personas estudiadas. Se busca con avidez las cartas triviales, mejor aún si son desahogos irresponsables, que descubren los flan­cos menos respetables de los que las escriben o los destinatarios. Se persigue las concesiones, por tenues que sean, de las figuras políticas que parecen nega­tivas, mientras se ocultan las afinidades serias y verdaderas de los que pasan por definidoras de la ortodoxia... Suele ocurrir que los exhibidores de tan menu­da erudición ignoran lo más importante que se ha escrito sobre el asunto."
Esta cita la hago para afirmar que el trabajo de Pedro de las Casas no se parece en nada a esta pesimista, pero desgraciadamente cierta, visión sobre muchas publicaciones de carácter histórico, pues el autor ha trabajado a fon­do en archivos y en toda clase de documentos; en labores de primera mano y rebuscando en todos aquellos lugares donde intuía podría encontrar informa­ción. También ha buceado en los trabajos de otros investigadores que le han precedido. Ha aprovechado toda clase de materiales para componer su obra, de forma paciente y a lo largo de nueve años, en los que ocupó todos los ratos libres que le permitía su profesión.
Pedro {le las Casas es uno de los grandes médicos humanistas, que sien­ten un afecto profundo por conocer su entorno y, en especial, por los lugares más entrañables de su vida. Ha sentido la llamada a estudiar la tierra que le vio nacer y donde vivió sus años mozos y que en la actualidad contempla con los ojos de la madurez.

Desde muy joven conocí a Pedro de las Casas, debido a mi gran amis­tad con sus padres, por los que sentía gran aprecio y admiración. El Dr. D. Pedro J. de las Casas Pérez, su padre, ejerció primero en Puntagorda, La Palma, y luego se afincó en Adeje, donde además de atender a las enfermedades de sus vecinos, se convirtió en valedor de los mismos, en todos los aspectos de la vida del municipio, cuya historia, en el segundo tercio de este siglo, no se enten­dería si prescindiéramos de su extraordinaria figura.
Con su hijo, durante mucho tiempo, tuve un trato casi esporádico pero manteníamos la amistad, gracias al fuerte lazo que suponía el recuerdo de su padre, siempre presente en nuestros encuentros, tanto con él como con sus hermanos. La relación se ha acrecentado cuando Pedro de las Casas se deci­dió a hacer'una contribución a su pueblo natal, donde pasó su juventud, al que tomó gran cariño, pues aún siendo un muchacho acompañaba a su padre en los largos recorridos en muía para asistir a sus pacientes hasta los más apar­tados lugares del municipio. Ese acentuado sentimiento afectivo hacia su pue­blo le decidió a afrontar la tarea de escribir su historia, aunque tengo la sos­pecha, aunque él no lo confiesa, que en el fondo es, sobre todo, una forma de homenaje a su padre.
Mi primer conocimiento de dicho empeño se produjo en la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife, adonde acudió en busca de mate­rial para su obra. Luego, en mis fines de semana en el Sur de Tenerife, cerca­no a su residencia permanente, iniciamos una relación más frecuente y estre­cha, en la que la gestación de esta historia se convirtió en lazo de unión y tema de muchas charlas e incluso de excursiones por las tierras altas de Adeje, en sus trabajos de campo. Ello me ha permitido seguir casi paso a paso la última fase del proceso de elaboración de la obra, que al engrosarse más de lo pre­visto, se ha detenido a comienzos del siglo XIX, dejando los dos últimos siglos para un segundo tomo, que esperamos no tarde, para que podamos disfrutar de su lectura.
El autor, con su bonhomía y cordialidad, casi podíamos decir su inna­ta predisposición hacia las relaciones públicas, ha conseguido las ayudas más insospechadas, especialmente a través de muchos pacientes que, agradecidos, se han esforzado en colaborar en la busca de datos que esclarecieran los diver­sos aspectos de la trayectoria histórica de Adeje.
Es para mí una satisfacción y un honor la petición del Dr. de las Casas para que prologue este libro, aunque se trata de una obra que no es exacta­mente de mi especialidad, a pesar de mi título de licenciado en Ciencias Históricas. La lectura de la misma me ha producido un gran placer, tanto por lo que he aprendido de ella, como por las agudas conclusiones de cada uno de los aspectos tratados, por lo que me siento incómodo al escribir estas líneas, […]

'Julián Marías.- ABC. Madrid 13-1-94

LA HISTORIA DE ADEJE




INTRODUCCIÓN
El pasado de la Villa de Adeje es, sin duda, uno de los más ricos e interesantes de la isla de Tenerife. Aunque su devenir histórico ha estado estrechamente vinculado, desde el siglo XVI al XIX, al de una familia en concreto, la de los Ponte, Señores y Marqueses de Adeje, las raíces de este pueblo se remontan a tiempos tan lejanos, oscuros e inciertos como los del legendario monarca Tinerfe el Grande.
Pero este municipio no es sólo la Villa y su cosmopolita y turístico litoral. Adeje es también Taucho, Tijoco, La Concepción o Ifonche, peque­ños y viejos caseríos cuyos habitantes han contribuido de forma destacada a configurar lo que actualmente es este municipio. Por ello, estos antiguos pagos adejeros serán también objeto de una especial atención a lo largo de este trabajo.
Nuestro interés por la fascinante historia de Adeje se remonta a fines de la década de los ochenta, cuando las investigaciones genealógicas que estábamos realizando sobre nuestra familia nos llevaron al archivo parroquial de Adeje, parroquia en la que recibieron las aguas del bautismo algunos de nuestros antepasados, como Juan Álvarez Ramos (nacido en Taucho en 1826) o nuestros también ascendientes los Hernández Montesino, que destacaron en el Adeje del siglo XVIII como administradores de la poderosa Casa-Fuerte, como militares y como alcaldes de dicha Villa. A partir de ahí, nuestra sed de conocimiento acerca del pasado adejero nos ha llevado a investigar en numerosos archivos y bibliotecas en busca de noti­cias sobre esta localidad sureña, de tal forma que este libro es el resultado de esa investigación histórica que iniciamos hace ya casi una década. En concreto, el germen de este libro se encuentra en la propuesta que nos hizo el Doctor en Historia don José M. Castellano Gil, el cual, confiando en nuestros conocimientos históricos y sabedor de los varios años que llevá­bamos publicando en la prensa local artículos sobre historia del Sur de la Isla (uno de los cuales fue merecedor del Premio de Investigación Históri­ca Antonio Rumeu de Armas), contactó con nosotros y nos propuso escri­bir esta historia de Adeje dentro de la colección "La Historia de los municipios canarios" dirigida por el CCPC.
La historia de Adeje ha atraído y sigue atrayendo a historiadores y estudiosos varios que han aportado valiosas contribuciones al conocimien­to del pasado de este municipio. A pesar de ello, en este libro no sólo trata­mos temas ya suficientemente conocidos e investigados desde antiguo (el Gran Tinerfe, el Mencey don Diego de Adeje, el régimen señorial de los Ponte,...) sino que además en esta obra abordamos otros temas inéditos o poco estudiados (la rebelión de Ichasagua y su posible descendencia, la esclavitud, el asentamiento de Fyffes y otras empresas mercantiles en el siglo XIX, genealogías,...) hasta tal punto que nos atreveríamos a asegurar que la mayoría de los datos incluidos en este libro son completamente iné­ditos o escasamente estudiados, habiendo acudido en nuestras investiga­ciones a fuentes documentales (como el archivo parroquial o municipal de Adeje) que, hasta hoy, apenas han sido utilizadas por los estudiosos de nues­tro pasado. Una breve sinopsis de este libro, acabado de escribir en 1994, fue publicada en el rotativo "El Día", en 1997, con ocasión de la publica­ción de la colección de fascículos sobre la historia de los municipios cana­rios en dicho periódico.
Debemos aclarar también que, en la medida de lo posible, hemos preferido actualizar la grafía de los documentos transcritos a lo largo de esta obra, así como eliminar la mayor parte de las abreviaturas utilizadas en siglos pasados, todo ello con el objeto de facilitar al lector moderno la lectura y comprensión de dichos documentos. Nosotros, que no hemos se­guido, profesionalmente hablando, los derroteros de la Historia (principal­mente porque en ninguna Facultad de Historia nos habrían enseñado ni la historia de Adeje ni de Arona ni de ninguna otra localidad) sólo pretende­mos con la publicación de esta obra, y de otras que a buen seguro vendrán, aportar nuestro pequeño grano de arena al mejor conocimiento de nuestro pasado. Escribir esta "Historia de Adeje" supone abarcar un período histó­rico de más de seiscientos años, desde los legendarios tiempos del Gran Tinerfe, en el siglo XIV, hasta los acontecimientos más destacados de la presente centuria. La historia de Adeje (como la de Arona, Vilafior o cual­quier otro municipio) arranca desde la época aborigen, pasando por el lar­go y traumático proceso de conquista y colonización castellanas, hasta […]


UNIDAD, TERMINO QUE TODOS PREDICAN Y NADIE PRACTICA



 

Josefa Falcón Abreu
Cuando hablamos de la unidad de Canarias nos estaríamos refiriendo a una unidad total, sin separatismos ni entre las dos provincias, ni entre las siete islas, ni entre los grupos…cuando hablamos de unidad estaríamos hablando de unas islas que forman un solo pueblo, una sola tierra: CANARIAS. Sería imposible hablar de unidad cuando todos no remamos en la misma dirección, cuando se escuchan voces esparcidas y no juntas, cuando gritamos y no se nos oye porque los gritos se pierden llevados por el viento. El clamor de un pueblo, del pueblo canario, debe sonar al unísono, con miles de voces sonando como una sola, pidiendo a la vez eso por lo que queremos ser oídos: un derecho, una razón, un motivo, todo lo que queremos para esta tierra nuestra. Canarias no puede seguir siendo un inacabable pleito insular entre Tenerife y Gran Canaria.
Resulta un poco chocante escuchar decir a algunos que el Gran de Gran Canaria no debería ser porque al parecer le da más importancia que a las otras islas, pues miren así ha sido desde hace mucho y así es ahora, actuando así no se puede lograr una tierra unida. ¿Por qué no luchamos por llamar a estas islas por sus nombres de antaño: Benahoare, Hero,Tamarán, Tytherogakaet, Achinech, Maxorata y Ghumara, la única que se sigue llamando igual Gomera, a mí me encantaría. Somos siete islas, siete y no dos y tal vez dentro de poco nos sea reconocida una más, esa que para nosotros ya es la octava isla, La Graciosa. Canarias es nuestra patria o matria, tenemos identidad propia, sabemos de dónde venimos y lo que queremos para esta tierra, tenemos nuestra propia cultura, nuestras costumbres, nuestro folclore, nuestros deportes autóctonos, nuestra gastronomía conocida ya en muchos lugares a través de nuestro gofio, nuestras papas arrugadas y nuestro mojo picón, famosos son también nuestros vinos y nuestros quesos que se han hecho un hueco en las mesas de todo el mundo, queremos y podemos avanzar pero hemos de hacerlo juntos, ya es hora de olvidarnos de ese pleito insular, Canarias lo merece, los canarios nos lo merecemos también, los de ahora, los que lucharon antes que nosotros y los que lo harán después. Lo que está claro es que hay que luchar porque nada se nos va a regalar, pero para eso estamos nosotros, para conseguirlo unidos, luchando por lo nuestro, por nuestros derechos, por los canario, por nuestra tierra, con ganas, con decisión, con unidad ¡POR CANARIAS!...Buen día amigos…

Nuestra languidez política





Francisco R. González Alonso
[La languidez política que los subyuga no les permite ver con claridad que la solución a sus problemas sociales es la de alcanzar la soberanía como nación. Por lo tanto, no descansaremos en manifestarles una y mil veces que el camino de la libertad está en alcanzar nuestra independencia]
La comunidad canaria en Venezuela, que disfruta de todas las libertades democráticas, ante el panorama socio-político de la España invertebrada, ve con preocupación los esfuerzos que realizan nuestros hermanos allende el océano Atlántico, de nuestras queridas e inolvidables Islas Canarias, para evitar la debacle económica.
Sabemos que al manifestar estos sentimientos no se solucionan sus graves problemas de subsistencia, pero no podemos permanecer indiferentes, como si no sintiéramos el difícil momento que están viviendo, por los malos gobiernos de la metrópoli hispánica, al no disfrutar pacíficamente de nuestra emancipación política y continuar en el perenne colonialismo que nos agobia.
La languidez política que los subyuga no les permite ver con claridad que la solución a sus problemas sociales es la de alcanzar la soberanía como nación. Por lo tanto, no descansaremos en manifestarles una y mil veces que el camino de la libertad está en alcanzar nuestra independencia.
Para tal determinación es necesario comprender el gran sacrificio que significa emigrar, pues si bien nuestro espíritu de lucha ha sido sojuzgado, vedado, ignorado y vilipendiado por el poder colonial que hemos sufrido durante siglos en nuestras Islas Canarias, en todo el continente americano se nos aprecia por nuestro tesón de lucha, honradez y entrega total buscando nuestra superación, y luchando a veces ante lo imposible. Es así como hemos desarrollado emporios en todo el quehacer humano que nos dignifica como pueblo luchador y progresista en la diáspora. Lamentablemente tuvimos que dejar nuestra tierra para poder apreciar que sí somos capaces de evolucionar y valernos por nosotros mismos ante la adversidad.
En tal sentido, nosotros canarios de la diáspora, estamos en el deber de alentar y despertar a nuestra gente humilde que permanece subyugada a un poder colonial empecinado en seguir explotándonos, que no permite ver la luz que ilumina el camino hacia nuestra libertad e independencia. Desde la diáspora hemos querido enviar mensajes de libertad a nuestro pueblo canario, que permanece dormido y no reacciona a su status político de pobreza, tanto en lo espiritual como material.
Entendemos que son muchos años de sometimiento a un poder colonial, pero carajo lo que están demostrando es que tienen sangre de horchata de chufa, ni siquiera de almendro, que es nuestro árbol florido, al permanecer indolentes ante la adversidad.
Me duele sinceramente manifestar que nuestra perenne languidez política sea la culpable de todo lo que está pasando en nuestras Islas Canarias. Tampoco quiero pensar que nuestros anhelos de libertad sean indiferentes a nuestra gente, que permanece callada por temor al poder que lo domina. Pienso que lo que está ocurriendo en sus mentes es el terrible efecto del síndrome de Estocolmo, sembrado y cultivado constantemente por nuestros Gobiernos autónomos a la orden del poder central español durante siglos, y en los últimos años, durante el periclitado sistema monárquico, debido a sus enormes errores del pasado histórico hechos presentes continuos.
Sinceramente, genera furor leer los titulares de la valiente prensa española al exponer sus grandes verdades, cuando se refiere a los males que sufre la España pauperizada por los grandes cacaos de la política en ejercicio desde Suárez hasta nuestros días, incluyendo a nuestra realeza decadente.
No es para menos el manifestar la gran frustración que sufre el pueblo español, que diariamente se manifiesta públicamente en la ciudad capital, exigiendo sus derechos alienados por el poder insaciable de sus políticos corruptos, en favor del capital salvaje que se ha burlado del pueblo español frenando su bienestar social.
¡Canarios!, no es posible tanta indolencia en el seno de nuestras comunidades insulares, al permanecer indiferentes ante las autoridades que nos han representado en nombre de una monarquía, ¡y..., qué democrática!, valiéndose de un Gobierno autónomo de falsos nacionalistas que nos han arruinado.
Sacudan ese estigma que los mantiene soñolientos sin reaccionar ante el dilema de ser o no ser, digo de alcanzar nuestra independencia.
Defiendan el sentir canario con tesón y gallardía democrática para lograr que Canarias sea únicamente para los canarios.
 Tomado de:www.elcanario.net

domingo, 28 de abril de 2013

LOS ARCHIVOS EN LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA





INTRODUCCIÓN
Una de las directrices principales de la política curricular desarrollada por la Reforma Educativa hace referencia a la producción y difusión de materiales curriculares adaptados a los nuevos requerimientos planteados en el Diseño Curricular Base. Al efecto, la administración educativa ha insistido en la necesidad de diversificar los materiales y recursos utilizados en el aula, limitados tradicionalmente al uso exclusivo del libro de texto.
La concepción constructivista del proceso de enseñanza y aprendizaje que subyace al modelo educativo propuesto por la Reforma es, asimismo, incompatible con la dependencia exclusiva de profesores y alumnos res­pecto de materiales curriculares esencialmente expositivos. Por el contra­rio, la valoración de los conocimientos previos del alumno, la práctica de procesos activos de investigación y descubrimiento, el desarrollo, en suma, de estrategias de aprendizaje que impliquen la autoconstrucción del cono­cimiento por parte de los alumnos hace imprescindible el uso de materia­les y recursos didácticos distintos a los tradicionales.
La enseñanza de las ciencias sociales y, en particular, de la historia, dependiente hasta ahora en exceso de los libros de texto, puede enrique­cerse con la utilización de recursos variados como los libros de consulta, obras literarias, atlas históricos, objetos diversos, documentos escritos, foto­grafías, fuentes orales, etc. El conocimiento de la historia local en particu­lar, pero también el de la historia en general, se plantea así como un pro­ceso de exploración del pasado a través de las evidencias y testimonios históricos existentes en el medio. Proceso de conocimiento de la historia a través del medio que resulta especialmente indicado en el nivel de la Educación Primaria, pero que encuentra, asimismo, numerosos ámbitos de aplicación en la Educación Secundaria Obligatoria, aun cuando la necesi­dad de transcender el entorno inmediato se hace más evidente entonces.
A pesar de las escasas referencias contenidas en el Diseño Curricular Base acerca del uso didáctico de los archivos, éstos constituyen una fuen­te inapreciable de materiales susceptibles de ser empleados por profesio­nales y alumnos, muy especialmente en el estudio de la historia local. La utilización de documentos históricos en la enseñanza de la historia ha lle­gado a convertirse en una práctica habitual, tanto por la incorporación de los mismos a los libros de texto, como por las numerosas compilaciones documentales distribuidas comercialmente. Especial interés revisten, asi­mismo, algunas experiencias basadas en la reproducción facsímil de docu­mentos históricos para uso escolar, cuya difusión es prácticamente inexis­tente.
No obstante, nada puede compararse con la consulta directa de docu­mentos originales conservados en los archivos. En efecto, la búsqueda, manejo e interpretación de documentos antiguos que se ofrecen ante el lector con el formato, textura y letra original, genera un grado de motiva­ción e interés tal que supera incluso las dificultades que plantea con fre­cuencia la lectura de los mismos. Por otra parte, el aprendizaje de las téc­nicas de búsqueda y tratamiento de la información justifica sobradamente la visita didáctica a los archivos o, en su caso, la organización de bancos de documentación histórica en los centros escolares.
El conocimiento por parte de los escolares de lo que es un archivo y de lo que significan los documentos contribuye, asimismo, al mejor cono­cimiento y conservación de nuestro patrimonio. Por este motivo, conocer qué es un archivo, cómo funciona y qué representa en la sociedad son contenidos que encuentran un lugar adecuado en el curriculum escolar.
Los archivos no han participado hasta ahora en la función educativa en la misma medida que las bibliotecas o los museos. Debe recordarse, sin embargo, que los archivos son la memoria ordenada y coherente de la Historia (L. Klausher). Resulta, por tanto, imprescindible el trabajo con­junto entre archiveros y docentes para poner en comunicación el patri­monio histórico y la actividad docente.
¿Qué objetivos fundamentales se persiguen por medio del acerca­miento de los alumnos al mundo de los archivos?;[…]

RECURSOS VEGETALES EN LA PREHISTORIA DE CANARIAS


Desde hace algunos años, una de las líneas prioritarias de investiga­ción del Dpto. de Prehistoria, Antropología e Historia Antigua de la Uni­versidad de La Laguna es los estudios de la economía de las culturas pre­históricas del Archipiélago de Canarias. Ya en su día, cuando el profesor Pellicer puso en marcha el entonces Dpto. de Prehistoria y Arqueología acometió en su planificación la investigación de algunas de las manifesta­ciones que, en el campo de la cultura material, afectan a este ámbito. Sin embargo, en aquel momento, dónde la mayor parte de las cosas estaban por hacer, se imponían otras prioridades que dejaban en espera las suges­tivas parcelas de los estudios paleoeconómicos. Se iniciaron también en aquella época excavaciones sistemáticas en distintos puntos del Archipié­lago que se convirtieron en los precedentes de unos trabajos que sus dis­cípulos nos preocuparíamos en dar continuidad.
Así, a partir del conocimiento más profundo de los registros ar­queológicos, bien contrastados en los aludidos trabajos se comenzó a contar con el soporte documental que permitiera abrir otras líneas de in­vestigación, hasta el momento marginadas debido a la secular descontex-tualización de los yacimientos y registros materiales de estas culturas. Además, nuevos planteamientos y estrategias de investigación se genera­ron, en el convencimiento de la necesidad de acometer diferentes vias de actuación al objeto de llegar a conocer la dinámica de cada una de las prehistorias insulares.
Pues bien, en este ámbito se planteó la perspectiva de los estudios de carácter paleoeconómico, realizándose algunos trabajos de síntesis (Arco, M.C. del. 1982; Martín Socas, D. 1980), con el objetivo de reflejar el estado de los conocimientos. Y además, lo más importante, se planificó la formación de profesionales en los campos de la tecnología, zooarqueo-logía y arqueobotánica, política que ha comenzado a dar sus resultados tangibles en la elaboración de trabajos de investigación -Tesinas y Tesis Doctorales-, en algunos casos ya terminados, pero desgraciadamente la mayor parte de ellos inéditos aún, y, en otros, en vías de realización. En este marco de actuación se inscriben pues los estudios de los recursos ve­getales, cuya síntesis general hemos creído conveniente elaborar al consi­derar que solamente partiendo de ella, trabajo aún por hacer, podrá en­tenderse la significación que poseen las investigaciones en curso en el campo de la arqueobotánica.
En efecto, encontramos que en el registro artefactual las piezas de naturaleza vegetal han sido estudiadas desde un punto de vista tipológico y, en ocasiones, tecnológico (Cuenca, J. 1983; Diego, L. 1961, 1968-b y 1986; Galván, B. 1990; Rodríguez Santana, C.G. 1989). Sin embargo, se han marginado algunas de sus expresiones, aparentemente menos rele­vantes, quizás por su infrecuencia y, desde luego, se ha obviado la valora­ción de algunos de sus rasgos significativos en las culturas insulares.
Por otra parte, el estudio de los ecofactos y circúndalos de carácter vegetal tampoco ha tenido hasta muy recientemente mejor suerte y así sólo contamos con algunas aportaciones en el estudio de semillas (Arco, M.C. del et al. 1990; Mathiesen, FJ. 1960), mientras que los resultados de los primeros registros polínicos y antracológicos aún no se poseen. En estos casos, la peculiaridad de la vegetación del archipiélago ha sido un handicap a la hora de llevarlos a cabo, puesto que las determinaciones de las especies macaronésicas en los laboratorios especializados resultaban inviables al faltar las necesarias colecciones de referencia, y así se ha op­tado por formar a arqueólogos canarios en estas parcelas, proceso en el que en el ámbito de la antracología, carpología y palinología se encuen­tran algunos de nuestros alumnos.
Por todo ello, tal como se ha señalado anteriormente, a través de estas líneas intentaremos proporcionar una visión de síntesis sobre el es­tado actual de nuestros conocimientos en torno al uso que de los recursos vegetales hicieron las comunidades prehistóricas del Archipiélago, las ca­rencias documentales aún existentes y las perspectivas de futuro.
Por último, sólo algunas referencias previas. Así, a efectos de pro­porcionar una mayor agilidad al texto sólo se cita, salvo que sea estricta-menta necesario tal precisión, el nombre científico de las especies vegetales en su primera referencia. Y siempre la citación de autor de los táxo-nes mencionados es la de Hansen & Sunding (1985). Igualmente, para al­canzar esa visión sintética que se persigue, presentamos un conjunto de cuadros-resúmenes referentes al papel jugado por los distintos pisos de vegetación en la Prehistoria del Archipiélago así como de cada uno de los grandes sectores de actividades que se estudian con su incidencia respec­tiva en las distintas formaciones vegetales, con expresión siempre de su distribución insular. En ellos se tiene en cuenta asimismo la fuente de in­formación, de tipo Arqueológico, Textual y Etnográfico.
Debo además expresar mi total agradecimiento a mis entrañables compañeros del Dpto. de Biología Vegetal, por su siempre cálida acogi­da, por sus enseñanzas, especialmente a mi hermano M. del Arco, del que he aprendido cuanto sé de Botánica, y a P.L. Pérez de Paz y J.R. Acebes, que leyeron también pacientemente este manuscrito en el que todas las carencias son de mi responsabilidad.