miércoles, 24 de abril de 2013

ANTROPONIMIA ANTIGUA DE CANARIAS: ESTUDIO DE LINGÜÍSTICA COMPARADA




PRESENTACIÓN
Yat-temqqist s-tayyad as-a ineggi wasif. (Proverbio de los Ayt Briim)1.
Hace aproximadamente veinte años, con el ascenso políti­co del nacionalismo en el Archipiélago, se extendió la cos­tumbre de imponer nombres indígenas a los niños canarios. Proliferaban entonces las listas de antropónimos, reunidos a partir de una tradición documental más o menos contemporá­nea de la Conquista. Sin un conocimiento cabal de aquella lengua, muerta hacía ya mucho tiempo, la intuición desplazó a la razón. Errores antiguos y modernos arraigaron en las prácticas culturales de la población. Por ejemplo, la analogía más elemental convirtió en femeninos casi todos los vocablos terminados en -a, como sucede en castellano.
Aquí afrontamos la restitución morfológica de algunos de esos nombres isleños. Ante todo, nos interesa avanzar en la recomposición de las categorías lingüísticas de la antigua lengua de Canarias. Y la onomástica suministra excelente información al respecto. Pero el trayecto es obscuro. No con­tamos con una datación fiable para las fuentes epigráficas, las crónicas europeas rara vez se han conservado a través de sus manuscritos originales, y la tradición oral presenta no pocas contaminaciones de muy diversa índole.
A pesar de estas limitaciones, ciertamente onerosas, los restos que han llegado hasta nosotros poseen una entidad cultural que no puede quedar desatendida. La investigación científica carece aquí de un objeto de estudio inmaculado. El conocimiento consolidado en los ámbitos historiografía), arqueológico o etnológico dista mucho de haber alcanzado los niveles de concreción más deseables. Pero la producción científica difícilmente marcha por un derrotero lineal y ex­pedito. Acumula datos, experiencias y análisis a partir de toda la información vigente en cada momento. Y lo hace en la medida que se lo permite la calidad de su instrumental teórico y práctico, asaltado constantemente por nuevas evidencias, falsado por mejores métodos, precisado por lecturas críticas, etc.
Disfrutar de testimonios directos contrastados o, en su defecto, de versiones extranjeras originales quizá será posible en el futuro. Por ahora sólo podemos seguir alguna de estas tres alternativas: privilegiar la búsqueda de esas fuentes, de­sechar una realidad lingüística imprecisa pero insoslayable, o aplicar, con rigor y prudencia, tanto las herramientas de la crítica textual como el acervo científico reunido por el méto­do comparativo.
En esta obra preferimos indagar en los fundamentos nor-teafrícanos de la antigua cultura de Canarias. Nos servimos para ello de los repertorios léxicos dispersos por las fuentes etnohistóricas insulares. Pero también del conjunto de inves­tigaciones lingüísticas, históricas y antropológicas que estu­dian esas comunidades continentales.

1.- Es gracias a una gota, y luego a otra, que el río fluye. Proverbio de la comunidad amazighe de los Ayt Briim, en el Anti-Atlas marroquí, recogido por ROUX, Arséne: "Énigmes et proverbes en berbere-tachelrjit", París, Eludes et Documents Berbéres 12 (1994), pp. 183-197.

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