jueves, 4 de abril de 2013

ESTAMOS PERDIENDO NUESTRA TRADICIONAL AMABILIDAD



 

Josefa Falcón Abreu
¿Por qué cuesta tanto a mucha gente hoy en día ser respetuoso, cortes, amable, etc.? Diríase que a quienes cumplen con estas simples y hermosas normas se les tacha casi de idiotas. Es triste ver como muchas personas jóvenes y no tan jóvenes, pasan olímpicamente de ser, medianamente, cualquiera de estas cosas. Sabemos de casos tremendos en los colegios e institutos por parte de algunos alumnos y también de casos en la calle y en cualquier parte por gente que pareciera que está enfadada con el mundo entero. Es esa gente que va a lo suyo y que no tiene en cuenta los derechos de los demás. Los profesores apenas son respetados por algunos alumnos. Se conocen casos de alguno que otro que se ha atrevido a levantarle la mano a su profesor. En los lugares públicos donde concurren personas de todas las edades ya son pocos los jóvenes que ceden su asiento a una persona mayor. La amabilidad de la que me gusta hacer gala a la hora de llegar a cualquier sitio donde con educación llegas y das los buenos días a veces te hace sentir violento porque la gente pasa de contestar, eso sí, todo el mundo vuelve la cabeza a ver quién llega pero, pocos o ninguno, son los que contestan ¿No les ha pasado? A mí sí. Tengo una anécdota muy curiosa, ocurrió en un Ambulatorio al que acudí no hace mucho. Llegué y me fui al mostrador para que me informaran donde tenía que dirigirme para lo que iba a hacer, doy los buenos días y la persona a la que me dirigí levantó la cabeza y me miró pero, sin contestar a mi saludo, le pregunto lo que quería saber y esa persona extendió su mano y me señaló con el dedo índice el lugar por donde tenía que ir pero no habló, le doy las gracias y sigo mi camino…No supe como era su voz, y que conste que hablar hablaba, vi cómo lo hacía con las compañeras…¿Pero qué es esto? Es realmente patética la falta de respeto, si, yo creo que eso es falta de respeto y de civismo con un semejante, como falta de respeto es ver en un parlamento a los diputados con los auriculares puestos escuchando lo que les place menos a quien está hablando en ese momento, o jugando con una maquinita como los críos ¿No es eso una falta de respeto a los ciudadanos que supuestamente les han elegido para que les representen? A mí me parece que sí, ¡manada de vagos y parásitos! y como estas otras muchas cosas y situaciones, el tema daría para mucho pero lo dejamos aquí…Buen día amigos…

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