martes, 16 de abril de 2013

UNA CUEVA SEPULCRAL DEL BARRANCO DEL AGUA DE DIOS, EN TEGUESTE (TENERIFE)




1.   nota previa
Tegueste está situado al N. de Tenerife, entre las estribaciones del macizo de Anaga, al E., que también lo limitan por el N., la zona cos­tera al W. y una cadena de cráteres y viejas líneas de costa por el SW. Forma un valle cerrado que se abre en abanico hacia el mar por un terreno de suave pendiente. Los cultivos son típicamente mediterrá­neos, y entre ellos tienen mayor importancia los cereales, la vid y los frutales.
El término municipal de Tegueste viene a constituir un verdadero enclave dentro del término municipal de La Laguna. Sus tierras se ex­tienden desde los 300 a los 600 m. sobre el nivel del mar. La zona in­ferior participa ya del clima costero, y hasta ella suben los vegetales xerófilos de cactus y euforbias, mientras que sus cotas más altas son invadidas, aunque no con demasiado vigor, por la laurisilva, que des­ciende del Monte de las Mercedes.
Esta misma situación y la apreciable pluviosidad que beneficia a las zonas media y alta, hacen de Tegueste una buena región de pastos. Estos pastos resisten más tiempo que los de la costa. Los de la zona superior se mantienen generalmente frescos durante gran parte del verano.- Tegueste es, además, rico en manantiales.
Nos detenemos especialmente en estos detalles de clima y vegetación porque son ellos los que justifican la presencia en el valle de un grupo humano primitivo, muy denso, que pudo practicar el pastoreo sin tener que salir de una zona geográficamente tan bien delimitada. Ello le confiere a la misma particular interés, pues permite el estudio de aquel grupo humano ocupante de un área geográfica tan bien definida .
Por otro lado, Tegueste constituye un antiguo menceyato (territorio gobernado por un mencey, rey o jefe de un clan o grupo), y se da el hecho muy curioso de que el topónimo, que sirve hoy para designar tanto al término como a la capital del municipio, conserva el nombre del último mencey, el que gobernó sobre aquellas tierras hasta el mo­mento de la conquista de la isla.
Como la historia primitiva de Canarias en general, y de Tenerife en particular, ofrece estos curiosos ejemplos de encuentro de culturas, y como el paisaje natural, sobre todo el de la región que nos ocupa, presenta poca variación con relación al que tenía en los tiempos prehis-pánicos, he aquí que Tegueste puede servir de paradigma para el estu­dio de un grupo humano guanche dentro de una zona de relativo ais­lamiento.
El hecho de que el término municipal esté cruzado de E. a W. por un importante barranco y que la costa tenga un acantilado de no ex­cesiva elevación, y dado que los barrancos y acantilados, por la abun­dancia de cuevas concentraron en ellos a los más importantes grupos de población primitiva, en ambos lugares, es decir, en las márgenes de los barrancos y en los acantilados, ha sido posible realizar una inves­tigación arqueológica muy fructífera.
Por referencias que necesariamente tendremos que hacer más ade­lante a yacimientos y a materiales arqueológicos conocidos, digamos antes de seguir que el actual enclave de Tegueste no lo era en época guanche: entonces tenía una mayor extensión que la actual. Por el N. abarcaba todo el tramo costero comprendido aproximadamente entre Bajamar y la Punta del Viento; por el S. y W., probablemente toda la superficie que hoy ocupa Valle Guerra, y por el E. hasta los límites na­turales que separan el valle de Tegueste, propiamente dicho, de la me­seta de La Laguna. Cremos que, con bastante aproximación, esos serían los límites del antiguo menceyato de Tegueste, hecho que, por otro lado, viene a apoyar determinados detalles arqueológicos.
Dentro de dichos límites se ha desarrollado ya una extensa campa­ña arqueológica, hasta tal punto que tanto en yacimientos como en ma­teriales, la zona ha quedado definida con bastante claridad. Ahora, la reciente excavación de una cueva sepulcral enclavada en un barranco de Tegueste, ha suministrado interesante información no sólo sobre el yacimiento en sí, sino por el material contenido, especialmente la ce­rámica, que ha servido para considerar a Tegueste y su zona como centro originario de la misma.
2.     LA ANTIGUA  COMARCA  DE  TEGUESTE  Y   SUS   YACIMIENTOS  ARQUEOLÓGICOS
Son muy numerosos los yacimientos, todos sepulcrales, localizados dentro del área del antiguo menceyato de Tegueste. Hasta que de un modo sistemático no se han ordenado las excavaciones arqueológicas en Tenerife, los únicos yacimientos de que se tenía noticia eran sola­mente las cuevas sepulcrales. Los restos humanos esparcidos sobre la superficie del yacimiento denunciaban su naturaleza. Dichas cuevas eran buscadas para satisfacer la curiosidad o, en determinadas épocas, para facilitar material antropológico a los primeros investigadores de esta especialidad. Nos ha tocado a nosotros y a la moderna investigación arqueológica identificar las cuevas de habitación y clasificarlas como tales. En las cuevas de habitación, salvo en los casos en que el ajuar doméstico, sobre todo vasijas cerámicas bien conservadas aparecían in situ, el material arqueológico, por su pequenez o fragmentación o […]

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